¿Qué nos divide?

 

 

Por el Prof. P. Krishna

Ex-Rector del Centro de Educación de Rajghat, Fundación Krishnamurti de la India, Varanasi 221001, India.

 

Basada en una conversación que se tuvo en el Centro Teosófico en Naarden, Holanda, el 23 de julio de 1992.


Una de las principales preocupaciones de la Sra. Anni Besant, como teósofa, fue la creación de una hermandad del hombre. Trató por todos los medios durante toda su vida de enseñar que toda la vida es sagrada, de que todos los seres humanos somos iguales, que las diferentes religiones son solamente diferentes enfoques de la misma verdad, que toda la vida y el ambiente que rodea la tierra constituye una totalidad en la que el hombre es una parte intrínseca. La mayor amenaza a la creación de un mundo y una hermandad universal de hombre es su tendencia a identificarse con aquellas que parecen ser similares a él. Esto ha dividido a la humanidad en un gran número de grupos – grupos religiosos, grupos nacionales, grupos étnicos, grupos lingüísticos, grupos de castas, grupos profesionales, grupos ideológicos y políticos y grupos familiares – todos los que de vez en cuando se hacen antagónicos con otros grupos cuando sus propios intereses requieren de protección. El deseo de un individuo para pertenecer a un grupo nace del sentido de seguridad que siente por pertenecer a él. Sin embargo, es obvio, que esta división en grupos ha creado una inseguridad mayor para todos los seres humanos en esta tierra, a través de la guerra, convulsiones sociales, luchas internas y competencia.

A pesar de todos estos ideales de unidad, un mundo y una hermandad universal, es claro que la humanidad se mueve en sentido opuesto. Uno ha atestiguado en los años recientes la separación de países como la URSS, Yugoslavia y Checoslovaquia asociada con violencia y crueldad. En India igualmente hay tendencias separatistas en Cashimira, en Punjab, en Asma, y en la división hindú-musulmana la cual crece agudamente día tras día. Debemos por tanto preguntarnos, ¿por qué después de miles de años de la llamada cultura y civilización, la humanidad aún es tan brutal, tan malamente dividida?. ¿Qué nos divide?

Si examinamos seriamente, encontramos que la división entre la gente surge de un sentimiento en el que “nosotros” nos separamos de “ellos”, el cual a su vez surge del sentimiento de ser diferentes. Pero, ¿realmente somos diferentes o nos imaginamos que somos diferentes? Me gustaría examinar eso muy científicamente, objetivamente y precisamente, sin tomar partido o sin ser emocionales sobre alguna religión y cultura.

Echemos un vistazo a los seres humanos que parecen estar divididos – podríamos tomar a los hindúes y musulmanes o árabes y judíos o a cualquier otro grupo de gente – y preguntarnos si sus diferencias son reales o imaginarias. Por imaginaria quiero decir algo que no existe en los hechos pero que ha sido simplemente construido por la imaginación en la mente. Un ser humano tiene un cuerpo y una conciencia. Por tanto, ¿somos realmente diferentes en nuestros cuerpos y somos muy diferentes en nuestra conciencia?. Si vamos a consultar al doctor o a un biólogo y le preguntamos si hay diferencias significativas en el cuerpo, él nos dirá que son muy superficiales – el color de la piel puede ser diferente, el color del cabello puede ser diferente, pero dentro de la piel la sangre es la misma, el corazón, el hígado, los pulmones, todo es igual. Usted puede intercambiar la sangre de una persona con la de otra persona de cualquier nación, cualquier religión, en cualquier parte. Por lo tanto, obviamente, en nuestros cuerpos realmente no somos diferentes excepto en la forma externa y en los rasgos.

Después, consideremos si somos realmente diferentes cada uno en nuestra conciencia o sólo diferimos en nuestras ideas, que son cosas que adquirimos de nuestra particular cultura, y por tanto, sentimos que somos diferentes uno de otros cuando en realidad no pudiéramos serlo. Si usted despoja a un ser humano de todas sus posesiones, de su casa, de su propiedad, su conocimiento y lo miramos el contenido de su conciencia, es realmente muy diferente de otro ser humano?. ¿Es la conciencia muy diferente del pobre y del rico, o del hindú, el musulmán o el judío, para el americano o para el indio? Me estoy refiriendo a lo que realmente somos, no a nuestra colección, no a aquello que hemos acumulado. Si vemos más allá de lo superficial encontraremos que cada ser humano tiene los mismos sentimientos – el sentido del temor, el sentido de la inseguridad, el sentido de la soledad, el deseo de logro en la vida, de ser alguien. Cada ser humano tiene apegos y los consecuentes sufrimientos cuando se rompen esos apegos. Cada ser humano tiene deseos y está luchando para conseguirlos o afrontarlos. ¿En qué manera realmente diferimos?. Un hombre puede desear esto, otro puede desear aquello. Un ser humano puede venerar de una forma, y otro ser humano puede venerar de diferente manera, pero la necesidad de venerar, las necesidades psicológicas del ser humano, sus instintos, todos son los mismos. Así que, ¿cuestiono si realmente somos diferentes o sólo nos imaginamos que somos diferentes?. No es como una ola en la superficie del océano diciéndole a otra ola, “soy diferente a ti” porque es un poco diferente en la altura, en la forma, en la velocidad con la cual se está moviendo?. Si estuviera conciente de la profundidad de ese océano, vería que estas diferencias son triviales, no son de gran significado. Por tanto me parece que por dar tremenda importancia a lo superficial, sentimos y pensamos que somos diferentes unos de otros. Si estuviéramos concientes de las profundidades de nuestra conciencia, de lo que somos como seres humano, no solamente las ideas superficiales y el conocimiento de la mente conciente, sino de la totalidad de nuestro ser, sería exactamente como la ola en un océano. Está hecha de agua, tiene varías millas de profundidad el océano, en común con las otras olas, pero se siente diferente sólo porque en la superficie es un poco diferente.

Así que me parece que donde quiera que veamos división, donde quiera que sintamos división en nosotros mismos, debemos examinar si esa diferencia no surge porque uno esté mirando la totalidad de manera fragmentaria, estrecha, limitada o superficial. La división entre la ciencia y la religión también surge porque damos a estas dos búsquedas significados muy estrechos. En la realidad de los hechos la ciencia es la búsqueda del hombre para descubrir el orden que se manifiesta en el mundo externo de la materia y la energía y la búsqueda religiosa es la búsqueda humana para descubrir el orden interno del mundo interior de nuestra conciencia. No hay realmente división o antagonismos entre ellos. Y así también es en todo lo demás. Los hechos y la realidad no dividen, sino que las ilusiones que nuestra mente construye alrededor de ellos dividen. La división es creada por nuestra propia mente porque no ve las cosas con hechos, tiene conjeturas sobre ello, tiene opiniones sobre ello, tiene un cúmulo de prejuicios, predilecciones asociadas a lo que observa. Lo que hacen en la sociedad para superar esto es crear una nueva ilusión del orden que une a la gente. Encuentra que si en India la situación interna es mala y la gente se pelea entre sí y están divididos, una forma de unirlos es platicando sobre nacionalismo y decir que Pakistán es nuestro mayor enemigo y entonces como resultado de ese odio común la gente se siente unida; pero entre ellos mismos están divididos sobre la base de castas, sobre la base de religión, sobre la base de todo tipo de diferencias superficiales a las cuales les han dado tremenda importancia. Cuando tiene todas estas divisiones se necesita otra ilusión para juntarlos y decir que ésta es la unidad, que es la integración. Es sólo otra ilusión más. Temporalmente puede que le anime hacia esa unidad que no es realmente unidad.

Si uno fuera a ver la vida y tuviera un entendimiento profundo de la vida y de uno mismo entonces no hay división porque los hechos no dividen. El hecho de que yo vaya a un templo y de que tu vayas a una sinagoga o a una iglesia no dividen. Sólo es indicativo de que este hombre va a este edificio y que el otro va algún lugar diferente. Este hombre se hinca, aquél permanece de pie. Este hombre se quita los zapatos, aquel otro lo hace con los zapatos puestos. ¿Divide eso?. No. Por tanto los hechos no dividen y si no hay división en la realidad no hay necesidad de integración. Usted desea integrarse a lo que está dividido. Pero debemos primero examinar si la división es un hecho o la división misma es una ilusión. Si esa división nace de la ilusión, cuando la ilusión termina la división terminará. Entonces no hay necesidad de integración porque no hay división. Así que se convierte en una cuestión equivocada la integración de la gente de Rusia. Ellos no están divididos. Ellos piensan que están divididos que es producto de la ignorancia. Esa ignorancia tiene que disiparse a fin de ver el hecho de que no estamos divididos. Es una falacia pensar que necesitamos propaganda para unirnos.

Si usted termina con toda propaganda y con toda ilusión, entonces no habrá división. Por lo tanto la cosa más importante, la cual los sabios han señalado pero que necesitamos darnos cuenta nosotros mismos, es disipar la ignorancia y salirse de esa visión superficial de cada uno de nosotros y de la vida. En el presente, desafortunadamente, estamos siendo educados dentro de nuestros prejuicios. Estoy usando la palabra “educación” no sólo en el sentido de lo que hacemos en la escuela, sino también de todas las otras influencias en la crianza de los niños en la sociedad, que incluye influencia de la familia, de la televisión, etc. Nos educan en nuestros prejuicios y éstos se perpetúan con una tremenda inercia en la sociedad humana. Tome el ejemplo de las castas en India. Empezaron hace 5000 años o más. La sociedad fue entonces dividida en cuatro diferentes castas. Realmente no sabemos porqué lo hicieron, y cuál fue la intención en ese tiempo. Lo que sabemos es lo que vemos hoy. El gobierno está tratando de eliminar las castas, le dice a toda la gente que todos tenemos igualdad de oportunidades, les dice que las profesiones no se llevan con la línea de las castas, que no habrá discriminaciones. Esa es la ley, pero sin embargo sigue porque en cada familia el niño crece viendo discriminación alrededor de él. El hombre de casta más baja es tratado un una forma muy particular, usted no se sienta y come con él, etc., y él observa esta discriminación que sigue. Ve que la gente no se casa fuera de la casta y eso es lo que aprende del ambiente.

Usted puede decir cualquier cosa dentro del salón de clase pero lo que él ve en la sociedad tiene mayor influencia en su mente, por tanto crece con ello y adquiere ese prejuicio sin estar conciente de que es un prejuicio. Para él ese es un hecho, es una realidad. Sólo tomé un ejemplo. Usted puede ver que esto es lo mismo en cada sociedad, en cada lugar. Por eso los americanos continúan siendo americanos y los indios siguen siendo indios y los cristianos continúan siendo cristianos. Creamos una generación más joven en nuestra propia imagen. Puede haber algún cambio pequeño en las ideas aquí y allá pero por lo general verá que la generación más joven es creada a imagen de la generación más vieja ¡lo que significa que transmitimos exitosamente nuestro prejuicios a nuestros niños!. No estamos concientes de ello. Pensamos que los amamos y que lo hacemos por su bien – pero necesitamos examinar eso, necesitamos cuestionar. Eso es lo que significa cuestionar – no aceptar cualquier cosa que hemos asumido hasta hoy incuestionablemente. Nuestra intención puede ser buena pero si la educación está basada en la ignorancia es falsa y lo que pasa es que realmente estemos dañando a nuestros niños cuando los estamos educando en aquello que consideramos que es lo propio. En este mundo, si los judíos van a dejar atrás a los niños que son judíos , y los árabes van a producir niños que sean árabes, y los hindúes dejan atrás a los hindúes, toda la gente vieja muere pero la gente joven crece a semejanza de la gente vieja, ¿cómo cambiará el mundo?. Las mismas divisiones continuarán porque el prejuicio continúa de las generaciones anteriores a las nuevas generaciones por la falta de conciencia. Uno no está conciente que esto es un prejuicio.

Por lo tanto, si veo eso, entonces no deseo pasar mis prejuicios a mis niños, no quiero crearlos en mi propia imagen. Pero esto es difícil porque no sabemos qué más crear en ellos. ¿Qué les vamos a enseñar si no les vamos a enseñar lo que hemos aprendido?. Este es el problema. ¿Podemos tener conciencia de este problema?. Mientras los educamos, mientras les pasamos nuestras tradiciones, que hemos aprendido en nuestra familia y no hemos descartado después de nuestro cuestionamiento, ¿podemos al mismo tiempo alentarlos a cuestionarlas?. Pídales no conformarse, sino cuestionar, averiguar si ese es el camino correcto, si es verdad, no aceptarlo ciegamente. No veo otra forma de hacerlo en el que la humanidad pueda cambiar en un sentido fundamental. Puede que cambie políticamente, económicamente y ha cambiado por cierto, pero eso es tan trivial. En vez de tres países puede convertirse en diez, pero no terminará la división porque la división surge de la mente cuando la mente está llena de ignorancia. Hasta en tanto esa ignorancia se no disipe vivirá de ilusiones y las ilusiones dividirán. Así fundamentalmente esa es la fuente de toda división. Puede manifestarse en una más cruel forma en algún lugar y menos cruel en otro lugar, pero la división entre los países surge de esto, la división entre un hombre y su esposa en la familia también surge de esto.

En el presente no sólo estamos pasando nuestros prejuicios sino también estamos creando grupos alrededor de un prejuicio común. Como hindú puedo tener cierta noción de Dios que adquiero durante mi niñez pero esa noción de Dios puede ser una ilusión. Alrededor de esa ilusión juntamos a mucha gente que creen en la misma ilusión. De manera similar hay otro grupo alrededor de otra ilusión. Entonces este grupo se siente separado de este otro grupo. La total división se basa en la ilusión. Entonces hablamos de tolerancia. ¡Usted debe respetar al otro camarada por su ilusión, sus ilusiones no son inferiores a tus ilusiones y así sucesivamente!. La tolerancia significa que yo no lo amo, pero me aguanto ante usted, y lo consideramos una virtud porque no estamos dispuestos a ceder ante nuestras ilusiones. No estamos dispuestos a vivir con hechos y terminar la división porque estamos apegados a nuestras ilusiones.

¿Por tanto podemos rechazar pertenecer a cualquier grupo alrededor de una ilusión? Usted me preguntará, ¿si como teósofos, no somos también un grupo?. ¿Cuál es la diferencia?. Si consideramos la teosofía como un número de respuestas, conclusiones, con las que estamos todos de acuerdo sostener, entonces sí hemos creado un grupo nuevo, una nueva religión, y por tanto una nueva división humana. Pero si consideramos la teosofía no como un cuerpo o conjunto de respuestas o como instrucciones que deban ser obedecidas, sino como un enfoque, una aproximación a la vida, un enfoque que dice que quiero averiguar lo qué es verdadero, quiero investigar lo que es correcto, quiero mirar a las cosas no fragmentariamente, sino holísticamente, entonces, todos somos estudiantes de la vida y eso no es un grupo que divide. No tenemos las respuestas, por tanto no hay algo que propagar. Uno sólo señala que esa es la correcta forma de enfocar la vida, de enfocar un problema o un tema como un estudiante y tal enfoque es central en la teosofía. ¿Por qué cómo puede uno saber las respuestas?. Los cristianos tienen sus propias respuestas, los judíos tienen sus propias respuestas, alguien más tiene sus propias respuestas y todos las pelean. Por tanto no demos importancia a las respuestas sino a las preguntas. No es importante vivir con conclusiones, es importante vivir con las preguntas, con profundo sentido de misterio, con humildad que viene de saber que no sabemos. Debemos aceptar que no sabemos y tener la disposición de indagar.

¿Es del todo necesario llegar a una respuesta?. ¿No es suficiente vivir con una mente inquisitiva toda la vida?. ¿Tiene que terminar la cuestión con una conclusión o es posible amar la pregunta en sí misma y por tanto vivir preguntando?. ¿Por qué necesita uno una conclusión?. Nos debemos preguntar porqué siempre deseamos una respuesta. ¿Es eso también algo en lo que hemos sido condicionados?. Entonces la búsqueda, la cuestión, la pregunta se convierte en un proceso de cumplir con un deseo de obtener una respuesta. ¿Y como sabrá siempre que ha llegado a la respuesta?. Cuando sentimos eso, puede que sólo sea para satisfacer nuestro particular prejuicio porque no sabemos si es realmente verdadera. Así que a menudo las cosas han parecido verdaderas cuando no lo son. Estoy seguro que todos nosotros, si miramos hacia atrás, encontraremos que nuestras ideas han cambiado, nuestras opiniones han cambiado, por tanto ¿cómo podemos estar seguros de que no cambiarán nuevamente?. ¿Así por qué debo estar apegado a mis particulares opiniones ahora y de qué valor es esa opinión?.

Esto no significa que no debemos tener opiniones, uno no está diciendo esto. Pero las opiniones no son cosas importantes, son los hechos los únicos importantes. Por tanto mantengámonos viendo los hechos y dudando de todas las opiniones, manteniéndolas tentativamente, sabiendo que pudieron haber surgido de la ignorancia, sabiendo también que si nos apegamos a nuestras opiniones, a nuestras particulares respuestas y conclusiones, a nuestras creencias, creamos una nueva división en el mundo. La hermandad universal del hombre no es un ideal, un dicho, sino un hecho. No que como teósofos, creamos en la hermandad universal del hombre. El otro hombre es tu hermano. En efecto, Krishnamurti dio un paso más adelante sobre esto. Dijo que el otro hombre eres tú mismo. No tu hermano, sino tú mismo. Porque, ¿cuál es la diferencia?. Hasta el punto en que una ola en el océano es diferente de otra ola en el océano, hasta ese punto somos diferentes uno de otro. Buda lo expresó con otra analogía. Dijo que un ser humano se diferencia de otro sólo en tanto una vela difiere de otra vela y que esa diferencia no es más que la diferencia entre esa vela de ahora y de la que fue antes. Porque, con el tiempo y la experiencia mis ideas se mantienen en constante cambio, mi condicionamiento cambia y las diferencias entre yo y tú son también las diferencias de condicionamiento y tu condicionamiento también cambia.

Por tanto, como un individuo, sabiendo que soy parte del fenómeno total misterioso de la vida, sabiendo que he venido a este mundo no por selección, he sido provisto de estas facultades que la mente humana posee, la pregunta surge: ¿cuál es el uso correcto de estas facultades?. Si uso estas facultades para entender nuestra relación con la totalidad del mundo, a de nuestro compañero, para entender quiénes somos, cuál es nuestra vida, entonces la vida es una exploración para la cual usamos estas facultades. Tome una de estas facultades – tome el pensamiento. ¿Cuál es el uso correcto del pensamiento? Puedo usar el pensamiento como una ayuda en la exploración. La total exploración intelectual está basada en todo el pensamiento. Está limitada porque funciona dentro del campo de lo conocido. La razón tiene sus limitaciones, el pensamiento tiene sus limitaciones; pero también tiene un campo dentro del cual puede explorar. Alguien dio una analogía de que el pensamiento es como la garrocha del salto de garrocha. En el juego del salto de garrocha un hombre la usa para empujarse a fin de subir y brincar la barra. La razón y el pensamiento son como eso, como una garrocha. En el momento correcto debe estar dispuesto a soltar la garrocha si desea cruzar al otro lado. No la lleva todo el tiempo. Pero es una facultad, una muy importante facultad, que le llevará en su búsqueda hasta un punto. Usted tiene que averiguar lo que es ese punto en el cual debe dejar la garrocha. Pero no usamos el pensamiento de esa manera. No la usamos para la exploración. Primero escogemos de las respuestas que nos han ofrecido, las alineamos con una respuesta particular, nos agrupamos en torno a ella y entonces usamos el pensamiento como un abogado, defendiendo el particular punto de vista que hemos escogido. Por favor vea la verdad que hay en esto. Esto es lo que está creando división en el mundo – el uso erróneo del pensamiento.

Debemos preguntarnos nosotros mismos si esa es la verdadera función del pensamiento. ¿Es el propósito de la facultad de pensar, de razonar, de imaginarse, de construir muros alrededor de uno?. ¿Debo decir primero que son un hindú, que creo en estas cosas, y entonces uso el pensamiento para propagar lo que creo o debe el pensamiento ser usado para investigar qué es lo verdadero?. ¿De qué forma vamos a usar el pensamiento?. Vamos a postular lo que es verdadero como lo desconocido y cuestionarlo o vamos a alinearnos con alguna visión que, alguien, grande o pequeño, diga que es verdadero. Si me adhiero a un determinado grupo y hago propaganda para lo que sostienen como verdad, entonces lo que estaré difundiendo es ilusorio. Lo que difundo es solamente la palabra porque no he captado la verdad, no he inquirido y averiguado si es verdadero. Si usted simplemente la ha asumido entonces todas sus habilidades y toda su inteligencia sería utilizada como la de un abogado. Esto es precisamente lo que un abogado hace y acepta dinero por ello. El pago que recibimos es la ilusión de la seguridad de ese grupo- ilusorio porque tal formación del grupo ha creado la mayor inseguridad en el mundo. El abogado dice yo argumentaré solamente para mi cliente, ¡mi cliente está en lo correcto porque me paga el dinero!. El no estará usando la inteligencia para averiguar quién cometió el crimen, quién estuvo equivocado. El solamente usa su inteligencia para argumentar que su cliente era el correcto. Hacemos una cosa similar cuando invertimos nuestra felicidad en un grupo particular, alrededor de una creencia particular, y eso crea división. Por tanto, son nuestras ilusiones, nuestra ignorancia la que nos divide. En el hecho real no hay división y si disipamos nuestra ignorancia no hay necesidad de integrar o propagar la hermandad universal.

Traducción: Salvador D. Rojas
Noviembre 15, 2004