¿Qué es Vivir Holísticamente?

Por el Prof. P. Krishna

Ex-Rector del Centro de Educación de Rajghat, Fundación Krishnamurti de la India, Varanasi 221001, India.

Conversación en el Instituto Ojai, Ojai, California del 23 de mayo de 1998


La cuestión, “¿Qué es vivir holísticamente?” es una pregunta fundamental, y las preguntas fundamentales no tienen ninguna respuesta; pero aprendimos de Krishnamurti que es importante investigar tales cuestiones. El dijo que debemos hacernos preguntas imposibles, e investigarlas; que las respuestas no recaen fuera de la cuestión sino dentro de ella. Desde luego que él se estaba refiriendo a la respuesta, no a una respuesta intelectual, o a un concepto o una teoría sobre la verdad, sino a la verdad misma. Pienso que es importante para nosotros tomar en cuenta esa distinción en la mente, porque el propósito de investigar sobre esta cuestión no es encontrar más información, más conocimiento, más ideas, y más conceptos refinados; sino encontrar una revelación (insight) más profunda de la verdad – la verdad misma siendo algo que no es conocido. Es un tanto como si se tratara de un juego del tesoro escondido que los niños a menudo juegan, donde el tesoro está escondido en algún lugar. La cuestión define ese campo, y la verdad es ese tesoro, pero no sabemos dónde está escondido; por lo tanto no hay camino a través del cual podamos llegar allí. Tenemos que explorar el campo completo y quizá podamos encontrarla.

Pero la analogía termina allí, porque el tesoro no es solamente para la persona que lo encuentra primero. Puede ser visto por todos. Sin embargo, en el camino, uno se tropieza con muchas preguntas, o descripciones dadas por mucha gente. Y algunas veces la búsqueda termina al encontrar descripciones que nos satisfagan, las cuales se convierten en la respuesta, y la búsqueda termina antes de que lleguemos a un estado de percepción. Ese peligro debe tomarse en cuenta. Uno no puede aceptar respuestas dadas por otros, por más grande que sea su autoridad o inteligente sea la persona, incluyendo a Krishnamurti; porque las respuestas dadas por otros solamente son descripciones dadas para nosotros, y la descripción no es lo descrito.

Es como tratando de explicarle a un hombre que ha crecido en el desierto y que nunca ha visto un árbol lo que el árbol es. Usted le pueda dar la más poética y brillante descripción de un árbol; pero nunca será completamente lo mismo que si viera por sí mismo al árbol. Así que esa es la diferencia entre una respuesta conceptual y la verdad, la última siendo a un nivel de percepción directa. Una pregunta religiosa es la búsqueda de la verdad, y es precisamente porque la verdad no es conocida por lo que es un tanto misterioso cómo llega uno a ella. Nadie realmente sabe cómo la verdad entra en la mente humana – que es el por qué, pienso, Krishnamurti hablaba de ella como si fuera una tierra sin senderos. Uno está explorando en esa tierra sin senderos al hacer una búsqueda religiosa.

Me gustaría empezar sin ninguna suposición – desde los primeros principios, como solemos decir en la ciencia. Usaremos pensamientos e ideas y conocimiento para comunicarnos unos a otros; puesto que se utilizan solamente como herramientas. Y el propósito no es encontrar más pensamientos y más ideas y más conocimiento. Así que empecemos con la observación. ¿Qué significa vivir holísticamente?. La vida misma parece ser una multitud de relaciones. Desde el día que uno nace hasta el que uno muere, uno está en relación con todo en el mundo – con gente, con las estrellas, con las ideas y libros, y desde luego con uno mismo. Así que vivir holísticamente debe significar la relación correcta. A menudo utilizamos el término “correcto” para significar eso que sirve al propósito. Así que me pregunto, ¿hay un propósito para la vida?. No solamente nuestra vida, sino toda la vida. Porque si uno conociera el propósito, entonces en relación con ese propósito uno podría definir lo que es correcto.

Los científicos nos dicen que la vida parece ser un accidente, que no saben exactamente cuando ocurrió, o cómo ocurrió; pero tienen algunas suposiciones inteligentes sobre ella. No sabemos aún cómo de un material inorgánico, llamados químicos y átomos, etc., aún la cosa viviente más simple podría resultar, porque no podemos replicar eso en el laboratorio. Nadie ha sido capaz de hacer eso hasta hoy. Tratan muy afanosamente, pero aún es un misterio. Una vez que eso hubo sucedido, tienen una explicación razonable de la evolución biológica, del cual nosotros somos el resultado final hasta hoy. Todo parece ser una parte del orden cósmico en el cual el universo entero se desarrolla. Parece que vivimos en un universo muy inteligente, no en universo torpe – porque si nosotros tenemos que usar mucha inteligencia para hacer una computadora, o construir un edificio seguramente sólo una tremenda inteligencia podría hacer un árbol ¡o hacer que una flor de loto florezca del lodo! Las estrellas en el universo y la ley de la gravitación deben ser productos de esa inteligencia.

No sabemos si el universo entero fue puesto deliberadamente para producir la vida, o para producir la evolución y crearnos, o si esto ha ocurrido como un accidente. Aún los científicos están debatiendo sobre eso. Hay algunos que piensan que es casual, y hay otros que sostienen, que no pudo haber sido una simple casualidad o accidente; que de algún modo la inteligencia que está allí ha regulado las cosas de tal manera que las cosas sucedan. Pero esa es una pregunta abierta.

Los científicos tratan de estudiar la naturaleza y descubrir las leyes que son parte de la inteligencia. Por lo tanto, una cosa es clara; que hay una inteligencia cósmica tremenda que opera por todo el universo. Usted lo puede llamar Dios, o puede ser un ateo pero no puede negar que hay una inteligencia que está operando en el universo; y que nosotros mismos somos parte de ese desarrollo, de ese orden cósmico.

Así que eso significa que nuestro cuerpo es parte de ese orden cósmico, como lo es el árbol, como lo son todos los animales y aves y formas vivientes que vemos alrededor de nosotros. Por tanto me pregunto, ¿si sólo soy una forma de vida, qué significa vivir holísticamente para un árbol? ¿O esa pregunta surge solamente para un ser humano?. Sí así es, ¿por qué?. Si nadie conoce cuál es el propósito último de la vida, si es que hay uno, la dejaré como pregunta abierta. Si miramos a nuestro alrededor, vemos que toda la vida empieza de una semilla; entonces se desarrolla acorde a un orden que es parte de ese orden cósmico. Empieza en la infancia, entonces en la juventud, y viene a una edad adulta hasta que finalmente muere. Y eso es verdadero si toda la vida incluyendo a los seres humanos.

¿Así que vivir holísticamente significa, vivir vigorosamente, apasionadamente, de acuerdo con un orden cósmico? Considere un árbol que ha recibido el abono apropiado, que ha recibido la luz del sol, que ha sido libre para crecer, que no ha sido destruido por ninguna tormenta, que está sano, está completo, y florece. ¿Estaría usted de acuerdo que eso parece ser lo que es vivir holísticamente para ese árbol – se mece en la brisa, vive en la forma en que está ordenado por la naturaleza para vivir, para florecer plenamente, de acuerdo con ese orden cósmico. Eso parece ser la vida holística de ese árbol.

Tenemos una idea bastante buena de lo que significa que un árbol florezca.

Nos gusta mirar a un árbol en pleno florecimiento; es un gusto, un gran regocijo para nosotros ver un árbol en pleno florecimiento. Así también lo es ver un perro o un tigre o un caballo que está sano, vigoroso, que corre a toda velocidad, lleno de vida. Ese parece ser el mero propósito de la vida. No sabemos si hay un propósito último para toda esta actividad plena – si habría hecho alguna diferencia con las estrellas y con el universo entero si no hubiéramos existido. Sería nuestra presunción pensar que el propósito total del universo era producirnos. Eso me hace preguntarme, ¿qué significa para un ser humano florecer? Tenemos alguna idea de lo que significa que un árbol florezca o un caballo florezca. Puede que no sea exacto; pero tenemos una ligera idea. Pero, ¿qué significa que un ser humano florezca? Eso tal vez es lo que signifique vivir holísticamente para nosotros también.

En el caso de un ser humano, no sólo hay el cuerpo, hay también la conciencia. El florecimiento del cuerpo no es diferente al del árbol o del animal. Si es alimentado apropiadamente; si ha tenido ejercicio; si ha sido protegido de enfermedades y daños o accidentes; entonces el cuerpo está sano, energético. Seguramente eso sería parte de la vida holística. Pero no termina allí para un ser humano. ¿Qué significa para la conciencia el florecer? Porque si la conciencia no florece, el cuerpo no florece tampoco. Los dos están conectados juntos, íntimamente. Por tanto eso me convence, me atrae en mis exploraciones de esta pregunta fundamental, que debemos cuestionar: “¿qué es florecer para la conciencia humana? Nuestra conciencia también ha surgido como parte del orden cósmico. La capacidad de pensar, de recordar, de imaginar está allí en cada niño. Por tanto todo eso debe ser parte del orden cósmico en tanto que es una parte de la evolución. El animal tiene estas capacidades en una pequeña medida, mientras que nosotros las tenemos también mucho más. Estas facultades nos han llegado como parte del orden cósmico en su desarrollo.

Por tanto me pregunto yo mismo: ¿es el ego también parte del orden cósmico? Por el hecho de que el ego surja de la facultad de la imaginación, y esa facultad es parte del orden cósmico. Los animales no parecen tener mucho de un ego. Los árboles – ninguno en absoluto. Nosotros podemos aprender mucho observando a los árboles. Cuando están superpoblados en un bosque, no se matan unos a otros. Comparten, se ajustan unos a otros; se las arreglan para compartir los rayos solares. No se pelean entre sí. Así que tenemos mucho que aprender de los árboles. Parece no haber ningún ego en la naturaleza. La naturaleza no se enoja con nosotros. Cuando maltratamos a la naturaleza, sus reacciones son todas ellas parte del orden cósmico. No puede ayudarle. El tigre que se come a un chivo es también parte del orden cósmico.

No es violento. No es decidir como resultado de la crueldad comerse al chivo. Pero no es el caso de los seres humanos, porque no somos totalmente dependientes de nuestros instintos ni de nuestro condicionamiento. Hay en nosotros la posibilidad de librarse de eso. Por eso toda la cuestión de la moralidad, y la inmortalidad surgen solamente en el hombre, no para el animal o el árbol.

¿Por lo tanto qué significa para nosotros vivir correctamente, vivir holísticamente?. Si decimos que el ego es parte del orden cósmico, entonces no hay escapatoria. Entonces es como mi mano; es como mi estómago, mi proceso digestivo, la circulación de la sangre en mis venas, que es parte del orden cósmico. Yo no hago que estas cosas sucedan. ¿Es el ego algo parecido a eso? ¿Es también una parte inevitable de nosotros, como un órgano de mi cuerpo? ¿O, es algo que yo creo resultado de mi imaginación?. Seguramente todo lo que puedo imaginar no es una parte de la realidad. Mi cuerpo es parte de la realidad. El hecho de que pueda recordar, que tenga la capacidad de pensar, que tenga la capacidad de imaginar – todo eso es un hecho. Pero, ¿es todo lo que me imagino un hecho? No parece que así sea, porque yo puedo imaginarme a un fantasma y contar todo tipo de cuentos de hadas que nos son reales; no son parte de la naturaleza. Existen solamente en nuestra imaginación. También tenemos la capacidad de pensar objetivamente: para planear nuestros viajes, para decidir cómo llegar a algún lugar, a diseñar un edificio y entonces tomar los pasos necesarios para construirlo, etc. Estamos familiarizados con esa capacidad, que es pensamiento factual u objetivo. Pero también tenemos esta capacidad de pensar en algo totalmente ilusorio que no existe en la naturaleza. Entonces eso no es parte del orden cósmico.

¿Por tanto es el ego como esta casa o aquel árbol, algo que existe, o es algo ilusorio que creo solamente en mi imaginación? Esa ha sido una cuestión profunda que los investigadores han preguntado, desde hace miles de años. Buda, después de sus investigaciones sobre la conciencia dijo, “El pensar existe, pero no se encuentra al pensador”.

Esa es la esencia de las enseñanzas de Buda: que no hay entidad llamada pensador. Hay el pensar, o pensando; pero el pensador, como el yo, el psicológico yo es una construcción mental. No existe realmente. En los últimos años los científicos del cerebro han examinado eso.

Ellos tienen ahora la habilidad de localizar áreas específicas en el cerebro que corresponde a nuestras emociones. Si uno tiene miedo, si uno está sintiendo un deseo sexual, ellos conocen precisamente el área correspondiente en el cerebro que está activado. Pueden tomar fotografías de las neuronas que se prenden cuando estamos teniendo una emoción particular. Pero no encuentran esa región en el cerebro que corresponde al ego.

Así que han descubierto científicamente lo que Buda había encontrado a través de la investigación de su propia conciencia: de que el pensador no existe. El es una entidad ilusoria.

Es el ego el que crea una división: como yo y tú, como mi familia y tu familia, mi propiedad y tu propiedad, mi país y tu país, nuestra religión y su religión, etc. Es este yo, que se identifica con otro ser humano y le llama mi familia, o se identifica con alguna propiedad y le llama mi propiedad, o se apega a alguna opinión y la llama mi opinión.

Eso es lo que construye al ego la totalidad del yo y lo mío. Y una vez que se establece, entonces la mente, el proceso entero de pensamiento, la capacidad de imaginar y recordar – todo eso empieza a funcionar como un abogado personal del yo y del mío. Por tanto el proceso de pensamiento que resulta como parte del orden cósmico ahora se limita a argumentar y a justificar al yo y al mío, a expandir el yo y el mío, a cultivar poder al yo y al mío. Así es como empieza la fragmentación. Y eso que es dividido, que es fragmentario, no es la totalidad. Por tanto no es una vida holística. Las consecuencias de esto lo vemos alrededor de nosotros.

La fuente psicológica de eso es el yo, o el ego y debido a esto es que cualquier hombre que ha sido tocado se hace tan complicado si lo observa. La complicación deriva de la división, y la división del ego.

Tome cualquier campo. Tome una simple invención como el dinero, que el hombre inventó por mera conveniencia de intercambio, a fin de no cargar con todas las mercancías al mercado para ser intercambiadas. Podría darte una moneda o una pieza de papel a fin de que regreses y tomes tus cosas en cualquier momento posterior. Eso es todo lo que significa. Esa simple invención del hombre, se ha convertido en la estructura económica presente, con mercado de valores, tasas de interés, inversiones y la competencia en la economía internacional. Nadie sabe ahora qué está sucediendo y por qué está sucediendo. Se ha hecho muy complicado porque la psique completa del hombre se involucrado en eso, con el dinero. Y ahora es el dinero el que dirige al hombre, y no más el hombre que está usando el dinero. Usted puede observar eso: publicamos lo que generará dinero, hacemos ese trabajo porque con ello conseguiremos dinero. Así que la simple cosa que hemos inventado ahora nos está gobernando. Las guerras entre naciones ocurrieron porque estamos apegados a una nación. Sólo me preocupa mi nación y su gente, estaré dispuesto a explotar a cualquier otro, porque lo que es correcto para mi es para beneficiar a mi país. No pienso en la totalidad. Sólo pienso en mi país.

Todos los países promueven eso. Promovemos el nacionalismo, promovemos el patriotismo. Están bailando en las calles cuando India hace explotar una bomba atómica porque sienten que es bueno para ellos. Su país se ha convertido en una potencia. Puede que sea malo para la totalidad de la humanidad – pero no están preocupados por ello. Están sólo preocupados por su gente y dicen “Para nosotros, está bien”. Y cada nación está haciendo lo mismo.

Por tanto mientras exista el yo y el mío, y nuestra preocupación esté limitada al yo y al mío ya sea por inmediación del yo y el mío o por el yo extendido y el mío como la nación – no es holístico porque uno no está pensando en la totalidad. Y cuando la preocupación no es por la totalidad, no es correcto, no desde algún punto de vista religioso limitado o porque algún Papa diga que no sea virtuoso, sino porque somos todos parte de la totalidad. Si es malo para la totalidad del mundo, ¿cómo puede ser bueno para la nación?. La nación es parte del mundo. Pero nuestro pensamiento ha sido fragmentado. Todo mundo está pensando en sí mismos y por lo tanto, creando un caos totalmente, para todo mundo. Y por tanto hemos llevado a la humanidad al punto del desastre. Cada persona tratando de buscar la seguridad en su propia nación está llevando a la humanidad completa al desastre.

Cuando usted mira todos los desequilibrios ecológicos, también vinieron de la misma fuente. Es la codicia de cada nación individual para explotar a la naturaleza para su propio beneficio económico y la competencia entre naciones para se el primero en conseguir el beneficio que ha creado todos los problemas ecológicos como resultado del llamado “progreso” para el yo y para el mío. No estamos pensando en la totalidad. Cuando un hombre de negocios está haciendo su fábrica, está pensando solamente en lo que es bueno para su fábrica, como aumentará la producción, cómo maximizar las utilidades. El no se molesta si hay polución como resultado de eso, y cómo ese problema afectará a otros. El dice que ese es el trabajo del gobierno, no es su preocupación. Así que nos hemos especializado, hemos fragmentado y hemos dicho, “mi responsabilidad es únicamente hacer esto”. Todo mundo está argumentando y diciendo,”estoy haciendo lo que es mi responsabilidad”, pero no es bueno para la totalidad. Si la capa de ozono se agota, si hay un calentamiento global porque producimos más y más dióxido de carbono en el aire, no es bueno para ninguno de nosotros, pero no estamos pensando en la totalidad. Por tanto no es una vida holística.

Es claro que la raíz de todo recae en el ego. Y si eso no es salvado, haga lo que pueda, no veo cómo pueda haber vida holística. Ya sea en salud, en deportes – cualquier cosa que el hombre toca se convierte en horror, en un asunto complicado. El deporte no es una diversión ya, no es ya un deleite jugar – es como ganar la guerra. Si Steffi Graf gana contra Mónica Seles, es Alemania la que ganó a Yugoslavia; ya no es aquella muchacha que jugó mejor que otra en un juego particular en un día particular, ese es un hecho. El hecho explota en una ilusión de victoria para toda la gente. La fuente de estas ilusiones es el ego. Y si usted no maneja esa fuente, puede hacer lo que desee externamente. Hacer cualquier progreso científico , el ego utilizará esa ciencia también, como en efecto lo ha hecho, al construir más bombas atómicas. No hay nada erróneo con la actividad científica en sí misma, es la exploración de ciertos aspectos de la verdad en la naturaleza que descubre las leyes que gobiernan el universo. Esa masa y energía convertibles entre sí es una gran verdad. Pero el ego explota esa verdad para hacer una bomba, porque quiere poder para su propio país, para tener la posibilidad de atacar a otro país. Esta animosidad, este sentimiento de que son diferentes de lo que yo soy, y yo debo ser más poderoso que ellos, este deseo de explotar a otros es el problema, no la ciencia.

Cualquier cosa que toquemos, ya sea dinero, ya sea ciencia, o sexo, lo complica el ego. Por lo tanto la raíz de la fragmentación, la gran barrera para la vida holística es el ego.

Por lo tanto, es importante preguntarnos si es posible que nuestras motivaciones no estén centradas en sí mismas. Hemos asumido que los seres humanos están energizados como resultado de su codicia, de su actividad centrada en sí misma – que si no fuéramos ambiciosos, no haríamos nada. Hemos asumido que el éxito personal, el deseo de recompensa, la aprobación de todos los demás es para lo que trabajamos. Uno tiene que cuestionar todo eso. ¿Es verdad, o se ha convertido en una verdad porque la hemos asumido así? ¿Iré sólo a dormirme y no tener energía, si no tengo el deseo personal de logro, de conseguir algo más para mí mismo? ¿Me estancaré?. ¿O hay energía en nosotros que no surja del interés en nosotros mismos?. Krishnamurti dijo, hay amor solamente cuando el ego no está. Eso significa toda esta actividad centrada en uno mismo, no importa que beneficioso nos parezca – ya sea construyendo un hospital o construyendo un parque hermosos – si uno lo está haciendo egoístamente, entonces uno también está difundiendo la división mientras hacemos una noble actividad.

Por lo tanto el problema no es solamente si lo que ha construido tiene buenos resultados o malos resultados, sino también, cómo lo está haciendo es igualmente un trabajo importante. No objetamos esas cosas nobles, no estamos diciendo que un hospital no deba construirse, o un trabajo social no deba realizarse – eso es indiscutible – estamos diciendo, si usted lo hace porque desea status, porque desea poder, porque desea reconocimiento, entonces se convertirá en cenizas. Por otra parte si lo hace porque es lo que le encanta hacer y lo hacer por amor – no porque esté buscando algo para usted mismo – entonces esa misma actividad tiene un significado diferente, porque no es egoísta, no está atrapado en la fragmentación. El problema no es la actividad que se realiza – ya sea que uno esté haciendo una investigación científica, o uno esté estudiando una novela, o escribiendo un libro – no es la motivación.

¿Por qué estoy haciendo eso? ¿Es porque esa es mi pasión, porque eso es lo que amo hacer? En ese caso estoy viviendo creativamente, trabajando holísticamente. El pintor que está pintando porque ese es el amor de su vida es un pintor creativo. No necesariamente el que es el mejor pintor – ¡él puede ser un perfecto egoísta! Entonces no es creativo. Lo puede estar haciendo a fin de ganar nombre y fama, entonces no es creativo.

Así que uno tiene que investigar si es posible tener una energía que no surja del ego, sino del amor, si desea llamarlo así. Eso requiere de un florecimiento de la virtud en la conciencia; y quizá eso es lo que significa florecer para la conciencia, así como los árboles florecen con flores. ¿Puede la virtud florecer en la conciencia?. No que usted atraiga la virtud a la conciencia – usted no puede brindarla de la misma manera que usted no puede hacer que el árbol florezca. Puede proporcionar el abono, y florece. El florecimiento de la virtud significa que debe florecer naturalmente, espontáneamente, sin esfuerzo, como resultado de nuestro entendimiento. Nuestro entendimiento no es algo estático. Si mantenemos una mente abierta y la virtud es un producto de ese entendimiento, es un producto del conocimiento propio, de sí mismo. Aquí no estamos hablando del aprendizaje como la acumulación de conocimientos sino la discriminación entre lo verdadero y lo falso.

Hay una distinción entre conocimiento y sabiduría. Una vez leí un pequeño poema que ilustra eso. Dice, “El conocimiento y la sabiduría, lejos de ser un solo hogar, a menudo no hay conexión entre Conocimiento que alberga la mente repleta de pensamientos de otros; y la Sabiduría que se preocupa atenta de sus propios pensamientos.”

El conocimiento está orgulloso de saber que sabe mucho; la sabiduría atenta de que no sabe más.

No estamos hablando de acumulación de conocimientos; estamos hablando de sabiduría. ¿Cómo puede encontrar uno la sabiduría?. Para la acumulación de conocimientos hay un camino. Toma cursos, puede ir a la universidad, y acumular conocimientos. O puede leer libros por su cuenta, en la biblioteca. ¿Pero como encuentra sabiduría una mente humana?. Sin eso, no hay vida holística. Eso es por lo que Krishnamurti enfatizó, que en la educación es también importante, no sólo dar conocimiento del mundo, sino ayudar al niño a encontrarse consigo mismo. El conocimiento de sí mismo es todo este entendimiento de uno mismo, esta búsqueda por la verdad, que se da de la exploración de una pregunta, no de la aceptación de las respuestas. La búsqueda de las respuestas está en el dominio de la investigación y de los especialistas. Estar satisfechos con encontrar la hermosa definición del amor, o algún poema sobre el amor, no es encontrar el amor en sí.

Pienso en la última parte de este seminario, analizaremos los detalles de lo que ha sido entendido en el campo de la salud, lo que ha sido entendido en el campo de la ecología, o en la sociedad – diferentes conferenciantes van a tocar el tema. Pero a mí me parece que todas estas complicaciones que estamos viendo en el campo de la salud, en el campo de la ecología, en el campo de la sociedad – y como lo dije, en los deportes, o en la economía de todo – la fuente de todo eso radica en el ego.

En tanto no afrontemos ese problema, en tanto no investiguemos y aprendamos por nosotros mismos, lo que es la vida holística en el diario vivir, no podremos nunca resolverlo en la sociedad porque esa estructura ha sido construida por los seres humanos que no están viviendo holísticamente. Si mi conciencia no es holística, no puede involucrarse en otra actividad que se considere holística. Puede hacer algo más, puede poner más partes juntas, pero la conciencia que está haciendo ese trabajo, es también parte del trabajo, no está separado del trabajo.

Y si esa conciencia es divisiva, está fragmentada, entonces la cosa completa está dividida, fragmentada. La estructura completa en la cual se basa la sociedad está basada en el presente empieza por asumir la división, que empieza con asumir que cada persona es una egoísta, y que podemos explotar al ego.

No explotamos el ego de los individuos, ofreciendo recompensas, amenazando con el castigo. Y cuando hablamos de orden, sólo hablamos del orden externo y despreciamos el orden interno, que requiere ser liberarse del miedo. Así que el mero hecho de pensar, la mera definición que damos al orden, a la religión, a la democracia, están todas afectadas por esta visión estrecha; y esa visión estrecha proviene de no estar en la totalidad, de mirar sólo fragmentariamente .

Por lo tanto la mayor barrera a una vida holística es el ego. ¡Cuando pretendo vivir holísticamente debo estar plenamente conciente de que yo también soy mi propio ego, la barrera en mi camino!

Traducción: Salvador D. Rojas
Noviembre 28, 2004